MISIÓN

Somos un grupo de personas con formación universitaria e inquietudes laborales que quieren enriquecer su conocimiento a través de una visión innovadora, aprovechando al máximo los recursos con trabajo y cooperación mutua para tener una ventaja competitiva a través de la innovación.

jueves, 9 de julio de 2009

DE NADA SIRVE TENER UNAS BUENAS HOJAS Y UNAS BUENAS RAICES, SI NO HAY UN TRONCO QUE LAS CONECTE


Para que la sociedad mantenga su nivel de bienestar y progrese, es preciso conectar el talento con los recursos, y al revés. Se trata de romper la paradoja, históricamente persistente, de que, como dijo Alfred Whitehead en su día, “los que tienen dinero no tienen ideas, y los que tienen ideas no tienen dinero”. Conviene conectar esos dos “bornes” de la batería que es la sociedad: las empresas establecidas y sólidas (el upperground), y las iniciativas emergentes y débiles (el underground). Las establecidas son como las hojas de un árbol, que generan el oxígeno de la sociedad (la creación de riqueza). Las emergentes son como sus raíces, en búsqueda permanente de nuevos nutrientes, de los que derivar “vida”. En una sociedad, hay otros ejemplos de upper y underground: los nativos de un país y los expatriados que viven en él (eufemismo curioso para los emigrantes con títulos de posgrado). La industria “hard” y los servicios “soft”. La oferta y la demanda. Lo “normal” (mainstream) y lo “diferente” (greenfield). El establishment con los retadores. Simplemente, lo viejo y lo nuevo. Y también, conectar la empresa (pasado) con la escuela (futuro). En la organización (y en la sociedad) que viene, será imprescindible dotarse de nuevos instrumentos, nuevas “instituciones” (à la Hayek), nuevos mecanismos sociales, que conecten el upperground con el underground. Algo que quizás podríamos denominar el “middleground”. Porque, en la metáfora del árbol en el gráfico, de nada sirve tener buenas hojas y buenas raíces, si no hay un tronco que los conecte.

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