La resiliencia, Resilence en inglés, es un término físico empleado para describir la capacidad de un metal para regresar a su estado original después de ser doblado al máximo sin llegar a quebrarse.
Ben Schneider se ha tomado la licencia de castellanizar este vocablo en su libro "Resiliencia. Cómo construir expresas exitosas en contextos de inestabilidad" (Ed. Granica), donde expone la importancia de resistir y acomodarse a contextos hostiles en el mundo empresarial. Una condición fundamental para sobrevivir en entornos donde “lo único estable parece ser la inestabilidad”.
El Instituto Europeo de Software nos lo acercó hasta Bilbao el pasado miércoles, y como no podía ser de otra manera, allí estuvimos 12+i para tomar buena nota de su exposición.
Comenzó su discurso con una alusión a la situación de Latinoamérica, donde de la crisis de la deuda externa pasaron a la crisis de la cuenta corriente y en donde llevan maniobrando inestabilidad en forma permante, lo que les ha hecho desarrollar un instinto para manejarse en ella.Nos quiso mostrar cómo se puede mantener la sonrisa a pesar de las dificultades, potenciando nuestra "resiliencia":
adaptándonos al cambio,reponiéndonos rápidamente ante situaciones inesperadas,disfrutando del cambio y generando en él, oportunidades que otros no logran ver.
Para alcanzar tan preciada condición , debemos afrontar cuatro retos:
1ºel reto del conocimiento,
tenemos necesidad de actualizarlo, porque está en contínuo cambio, preveyendo cómo puede afectarnos y teniendo especial cuidado con la complacencia.
2º el reto estratégico,
remplazando por nuevas las estrategias vencidas o no válidas,
3º el reto ideológico,
comprometiendo recursos humanos y financieros, y
4º el reto político.
Retos que afectan a cinco aspectos del negocio:
El PROCESO ESTRATEGICO,
el qué, cómo, cuándo y dónde implementar un producto o servicio, privilegiando la actividad distintiva, instaurando en las empresas la democracia de la información y teniendo cuidado en revisar tanto la estrategia como los resultados financieros.
ARMAR LA ESTRUCTURA de la empresa,
el organigrama no es sólo un dibujo, marca cómo se distribuye el poder y la mayoría suele serlo funcional que es estrictamente rígido. Debe primarse el reparto matricial, con especial atención al marketing para obtener unas finanzas fluidas.De ahí la importancia del outsourcing o subcontratación, en atención a una gerencia de recursos y no de resultados.Asi contaremos con una empresa ágil que no pierde su conocimiento.
SISTEMAS, que permitan que la gente pueda brillar con luz propia.Debemos permitir ser evaluados por nuestros subalternos, facilitar una evaluación de 360º en una situación de inestabilidad, porque las ideas innovadoras no vienen de la jerarquía que la gerencia impone, si se intimida y no se permite a las personas equivocarse por cuenta de la empresa,ésta nunca recibirá
las ideas innovativas.
HABILIDADES,
preguntarse qué se sabe hacer mejor, para saber aplicar "actividades distintivas", entendidas como el conjunto de habilidades y conocimientos.
Hay que crear equipos polifuncionales, privilegiar la democracia de las ideas, en donde el líder sea el arquitecto que inspira y deja hacer.Las estrellas solas no pueden brillar, necesitan para ello a la empresa; es el poder de los reaccionarios.
VALORES,
en un mundo tan competitivo en la búsqueda de la proyección social, un empresario, un gerente o ejecutivo ha de procurarse logros atendiendo al legado que los mismos dejaran, a la capacidad de impactar en terceras personas.¿Cómo se siente la sociedad, los amigos, la familia y los empleados del empresario envuelto en un gran escándalo?
La motivación por el cambio debe ser permanente pero no brusca.La empresa ha de ser resistente al entorno pero flexible al cambio, ha de apostar por sistemas de información para capturar ideas innovativas, aplicar el outsourcing, protegerse en clusters e invertir en proyectos de largo plazo para afrontar la inestabilidad.
Comprometerse e involucrarse tienen distinto nivel de compromiso.La empresa ha de tener una cultura sólida en valores, ya que el mercado premia la historia dentro de la compañia, la transmisión de una razón de ser.
Por último, Ben Schneider nos animó a cuidarnos de la complacencia en la competitividad y a evitar la fuga de talentos mediante la creación de redes de alianzas.
Ben Schneider se ha tomado la licencia de castellanizar este vocablo en su libro "Resiliencia. Cómo construir expresas exitosas en contextos de inestabilidad" (Ed. Granica), donde expone la importancia de resistir y acomodarse a contextos hostiles en el mundo empresarial. Una condición fundamental para sobrevivir en entornos donde “lo único estable parece ser la inestabilidad”.
El Instituto Europeo de Software nos lo acercó hasta Bilbao el pasado miércoles, y como no podía ser de otra manera, allí estuvimos 12+i para tomar buena nota de su exposición.
Comenzó su discurso con una alusión a la situación de Latinoamérica, donde de la crisis de la deuda externa pasaron a la crisis de la cuenta corriente y en donde llevan maniobrando inestabilidad en forma permante, lo que les ha hecho desarrollar un instinto para manejarse en ella.Nos quiso mostrar cómo se puede mantener la sonrisa a pesar de las dificultades, potenciando nuestra "resiliencia":
adaptándonos al cambio,reponiéndonos rápidamente ante situaciones inesperadas,disfrutando del cambio y generando en él, oportunidades que otros no logran ver.
Para alcanzar tan preciada condición , debemos afrontar cuatro retos:
1ºel reto del conocimiento,
tenemos necesidad de actualizarlo, porque está en contínuo cambio, preveyendo cómo puede afectarnos y teniendo especial cuidado con la complacencia.
2º el reto estratégico,
remplazando por nuevas las estrategias vencidas o no válidas,
3º el reto ideológico,
comprometiendo recursos humanos y financieros, y
4º el reto político.
Retos que afectan a cinco aspectos del negocio:
El PROCESO ESTRATEGICO,
el qué, cómo, cuándo y dónde implementar un producto o servicio, privilegiando la actividad distintiva, instaurando en las empresas la democracia de la información y teniendo cuidado en revisar tanto la estrategia como los resultados financieros.
ARMAR LA ESTRUCTURA de la empresa,
el organigrama no es sólo un dibujo, marca cómo se distribuye el poder y la mayoría suele serlo funcional que es estrictamente rígido. Debe primarse el reparto matricial, con especial atención al marketing para obtener unas finanzas fluidas.De ahí la importancia del outsourcing o subcontratación, en atención a una gerencia de recursos y no de resultados.Asi contaremos con una empresa ágil que no pierde su conocimiento.
SISTEMAS, que permitan que la gente pueda brillar con luz propia.Debemos permitir ser evaluados por nuestros subalternos, facilitar una evaluación de 360º en una situación de inestabilidad, porque las ideas innovadoras no vienen de la jerarquía que la gerencia impone, si se intimida y no se permite a las personas equivocarse por cuenta de la empresa,ésta nunca recibirá
las ideas innovativas.
HABILIDADES,
preguntarse qué se sabe hacer mejor, para saber aplicar "actividades distintivas", entendidas como el conjunto de habilidades y conocimientos.
Hay que crear equipos polifuncionales, privilegiar la democracia de las ideas, en donde el líder sea el arquitecto que inspira y deja hacer.Las estrellas solas no pueden brillar, necesitan para ello a la empresa; es el poder de los reaccionarios.
VALORES,
en un mundo tan competitivo en la búsqueda de la proyección social, un empresario, un gerente o ejecutivo ha de procurarse logros atendiendo al legado que los mismos dejaran, a la capacidad de impactar en terceras personas.¿Cómo se siente la sociedad, los amigos, la familia y los empleados del empresario envuelto en un gran escándalo?
La motivación por el cambio debe ser permanente pero no brusca.La empresa ha de ser resistente al entorno pero flexible al cambio, ha de apostar por sistemas de información para capturar ideas innovativas, aplicar el outsourcing, protegerse en clusters e invertir en proyectos de largo plazo para afrontar la inestabilidad.
Comprometerse e involucrarse tienen distinto nivel de compromiso.La empresa ha de tener una cultura sólida en valores, ya que el mercado premia la historia dentro de la compañia, la transmisión de una razón de ser.
Por último, Ben Schneider nos animó a cuidarnos de la complacencia en la competitividad y a evitar la fuga de talentos mediante la creación de redes de alianzas.
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